Durante años combinó el trabajo en algunas de las grandes bodegas de la zona con la compra de viña vieja y recuperación del viñedo de su familia, reuniendo de esta manera una colección de parcelas de la máxima calidad en su pueblo natal de La Aguilera (Burgos).

Su proyecto se basa en hacer una viticultura de calidad con viñedos de una marcada personalidad . Su modelo de negocio es original, dedicando gran parte de su viñedo a vender buena uva a algunos de las bodegas más prestigiosas de la región y dedicando, por ahora, una fracción más pequeña de su tiempo a la búsqueda de vinos puros y finos. Otra de las características que hacen única esta andadura es la recuperación de bodegas medievales, desde un lagar del siglo XVII a varias galerías subterráneas del siglo XV que han conectado entre sí y donde descansan durante mucho tiempo sus vinos en cubillos de roble francés.

Definen su filosofía de trabajo como una simbiosis entre tradición y conocimiento; respeto por la naturaleza y el trabajo en el viñedo, utilizando infusiones de hierbas y procesos totalmente artesanales en bodega, donde  trabajan la uva sin despalillar, ni clarificar ni filtrar y dándole crianzas muy largas.